Más acerca de la expedición británica a Tenerife. 25 de julio de 1797. La única derrota del Contralmirante Nelson.
Autor. Francisco Purriños Carrasco, Presidente del Grupo Filatélico y Numismático Taoro.
Publicado el 1 de septiembre de 2006
La investigación continua y el conocimiento acumulado permite adivinar cuando nos encontramos con una novedad importante . Este es el caso del documento que les presento hoy. El «COLUMBIAN CENTINEL» era un periódico que se editaba dos veces a la semana – miércoles y sábados- en Boston (USA), con un precio de tres dólares al año y su editor era Benjamín Russell. En su número del Sábado día 14 de octubre de 1797, se publica un artículo referente al intento de asalto de Nelson a la Ciudad de Santa Cruz de Tenerife. He traducido una versión en español y he conservado la inglesa para aquellos estudiosos que necesiten una traducción mas literal que les pueda ayudar en sus investigaciones. He intentado conservar los giros propios de la época en la traducción evitando redondear las frases, por lo que al lector puede parecerle en algunos momentos algo tosco o duro el texto.
En nuestras colecciones de Historia Postal pueden existir auténticas Joyas externas, o como en este caso es el interior -su contenido- lo que brilla y reluce. Nos encontramos con un testimonio postal que no nos permite ver el recorrido de la carta en sí misma , pero sí podemos conocer el contenido publicado al otro lado del Atlántico. A su vez, presenta un nuevo testimonio, fresco que nos devuelve a aquellos días y que nos permite ver la impronta de la vida en nuestra Capital por aquellos años, con sus incertidumbres, miedos y esperanzas.
El ataque del Admirante Nelson viene precedido por una serie de incursiones previas en la que fueron apresados en el mismo puerto de Santa Cruz el mercante español «Príncipe Fernando» , en la madrugada del 17 a 18 de Abril de 1797 , y posteriormente el 26 de Mayo otros dos barcos británicos apresaron el barco francés «La Mutine».
Pero varios son los motivos que llevan a Nelson a presionar a Jervis y así conseguir su aprobación para el ataque. Del interrogatorio de las tripulaciones apresadas se piensa que puede existir un importante botín en custodia del Comandante General de las Islas Canarias, procedente del Navío de Manila, la presunta presencia del propio Virrey de Méjico y como no, el valor en unas negociaciones de paz que podía tener la Plaza Fuerte de Santa Cruz de Santiago de Tenerife, como ocurriese anteriormente con Menorca y Gibraltar. Pero no contaban con la presencia del General Gutiérrez y la aguerrida resistencia de sus soldados y ciudadanos.
Los elementos navales empleados por Nelson fueron:
BARCO | CLASE | CAÑONES |
HMS Thesus (insignia) | Navío de línea de 3ªclase | 74 |
HMS Culloden | Navío de línea de 3ªclase | 74 |
HMS Zealous | Navío de línea de 3ªclase | 74 |
HMS Leander | Navío de línea de 4ªclase | 50 |
HMS Seahorse | Fragata | 38 |
HMS Emerald | Fragata | 36 |
HMS Terpsicore | Fragata | 32 |
Fox | Cuter | ¿? |
¿Rayo o Terror apresada a los españoles? | Bombarda | ¿? |
Las fuerzas:
Los ingleses disponían de 393 cañones a bordo, no pasando de 84 los instalados en tierra en 17 fortalezas o reductos por parte española, para atender estos cañones de su dotación teórica de 728 personas solo disponían de 375 hombres, y las fuerzas de tierra tenían una proporción de 1 a 4 a favor de los asaltantes.
Pero adentrémonos en este testimonio y sabremos a lo mejor algún detalle mas de lo que pasó aquellos días.
VERSIÓN ESPAÑOLA
NORFOLK, OCT 6.
Mas acerca de la Expedición Británica a Tenerife,
Extracto de la carta de un distinguido caballero , fechada en Santa Cruz de Tenerife el 26 de Julio de 1797.
“Estimado Señor,
En la mañana del día 22 del corriente nos alarmamos por el fuego de las cañones desde nuestras fortalezas e inmediatamente justo al amanecer, teníamos que luchar con seis navíos ingleses de guerra y un grupo de botes que se esforzaban por desembarcar un gran contingente de tropas pero volvieron a bordo, pues la luz del día les había alcanzado antes de que pudiesen ganar la orilla. Que ese mismo día las tres fragatas anclaron bajo las rocas al este de nuestra ciudad, pero fuera del alcance de los cañones de nuestras fortalezas, y desembarcaron 1300 hombres, con la intención de tomar posesión de posiciones altas sobre la Ciudad, y del Castillo de Pasoalto, pero fue impedido que eso ocurriese por nuestras tropas, bajo las órdenes del capitán Juan Creagh, de infantería, y de un cuerpo pequeño de marineros franceses, bajo mandato del capitán Pomier del bergantín Mutine.«
«El día 23 embarcaron sus hombres con la perdida de tres de ellos, y las fragatas permanecieron paradas durante todo el día junto a los otros tres navíos de guerra. Por la tarde del mismo día se les unieron otro barco de la guerra, un “cutter” y de una bombarda. Por la tarde del día 24 anclaron en el mismo lugar en que las fragatas lo habían hecho antes, y por la noche la bombarda se situó y mantuvo fuego continuado contra el Castillo de Pasoalto, y sobre nuestras tropas que estaban apostadas en la colina, pero no se hizo ningún daño a ambos, aunque el Castillo contestó a su fuego muy contundentemente. Aproximadamente a las dos de la mañana se acercaron una gran cantidad de botes y no fueron detectados hasta que no estaban cerca de la orilla , cuando un tremendo fuego comenzó desde las fortalezas, y, a pesar de la pérdida de dieciséis de sus botes que fueron hundidos por nuestras fortalezas, efectuaron un desembarco en cuatro lugares distintos.- Una acción feroz sobrevino en la orilla, y ellos pensaron haber ganado ese día, pues nuestro General ordenó cesar el fuego hasta que volviese la luz del día y con la intención de hacer los preparativos para reanudar el ataque.«
«Inmediatamente al amanecer, nuestras tropas atacaron a los ingleses rápidamente , y los obligaron a refugiarse en el convento de Sto. Domingo, teniendo que romper las puertas para acceder – pero viéndose ellos mismos rodeados por todos los lados por nuestras tropas y una cantidad de artillería de campo, desearon negociar, y ofrecieron de modo insolente salir de la ciudad, si el tesoro del Rey y la carga de la Nave de Manila les eran entregados ; amenazando con matar a hombres, mujeres, y niños, e incendiar la ciudad, si lo rechazábamos. Sus amenazas no nos asustaron, y les dijimos que podían hacer lo que quisieran, pero que debían atenerse a las consecuencias. Algunos tiros fueron disparados, y ofrecieron de nuevo capitular, que la humanidad de nuestro gobernador no pudo rehusar , como sigue. Sería permitido reembarcar con sus armas, y que ninguna de los escuadrones de la ciudad, debe atacar ninguno de estas islas durante la guerra.«
“No ha habido jamás una acción tan vergonzosa para el Inglés, y será una mancha para su nación, hasta el fin de los tiempos. Ellos mismos confiesan, que solo vinieron para saquear, y es sorprendente que un Almirante Inglés, con todos los capitanes y oficiales en jefe de su escuadrilla, nunca deberían haber deshonrado sus nombres por una expedición tan infame, que ninguno merecía ni siquiera el mas licencioso de los piratas.«
“La expedición la constituían unos 1500 hombres, bajo mando del Contralmirante HORATIO NELSON, que recibió un disparo en su brazo derecho antes de alcanzar la orilla. De éstos, 672 volvieron a embarcar a salvo. Sus pérdidas según su propio recuento, ascendieron al menos a 800 hombres, entre los que se contaban 27 oficiales muertos, además de un gran número de heridos – pero yo sospecho que eran más, como el cutter fue hundido por una de nuestras fortalezas, el fuego lo hizo pedazos con cerca de 300 hombres, de los que no mas de 50 fueron salvados – y otros tres botes también fueron hundidos de diez que venían por la mañana a reforzar a los que estaban desembarcados. Un avituallamiento de pan, de vino y fruta fue distribuido a ellos , antes de que volvieran a embarcar.«
“La pérdida en nuestro lado es mínima – 22 muertos, incluyendo 4 marineros franceses que lucharon como demonios, y 38 heridos, incluyendo 5 franceses.”
«PREGUNTA.
¿Es menos honroso para una nación hacer una expedición en busca de pillaje sobre otra?
NELSON contra BONAPARTE.
Santa Cruz contra Leghorn. «
ENGLISH VERSION
NORFOLK, OCT 6.
More about the British Expedition to Teneriffe,
Extract of a letter from a gentleman of distinction,
dated at Santa Cruz (Teneriffe) July 26, 1797.
“Dear Sir,
On the morning of the 22d inst. we were alarmed by the fire of the guns from our forts and inmeditely as day light appeared, we had fight of fix English men of war and a parcel of boats, who had endeavoured to land a large body of troops but returned on borad, as day light had overtaken them before they couldreach the shore. That same day the three frigates anchored under the rocks to the east of our town, but out of the reach of the guns of our forts, and landed 1.300 men, with an intention to take possession of the heights over the town, and of the castle of Pasoato, but were prevented from effecting their by proyect by our troops, under the command of Capt. John Creah, of infantry, and a small body of French sailors, under the command of Capt. Pomier of the brig Mutine.
On the 23d they embarked their men with only the loss of three killed, and the frigates got under way and stood off and on all that day in company with the three other men of war. In the evening of the same day they were joined by another man of war, a cutter and a bombarding vessel. In the evening of the 24th they anchored in the same place as the frigates had done before, and at night the bomb-vessel stood in and kept a continnual fire on the castle of Pasoato, and on our troops that were posted on the hill, but no harm was done on either side, though the castle answered her fire very finality. At about two o’clock in the morning they approached in a large number of boats and were not perceived until they were near de shore,when a most tremendous fire began from the forts, and, notwithstanding the lots of sixteen of their boats that were sunk by our forts, they effected a landing in four different places.- A warm action ensued on shore, and they thought to have gained the day,as our general ordered the fire to be suspended until day light, and in the mean ime preparations were made to renew the attack.
Immediately as day appeared, the English were smartly attacked by our troops, an obliged to shelter in the Convent of St. Dominick, having broken open doors – but feeing themselves surrounded on all sides by our troops and a quantity of field pieces, they desired to parley, and insolently offered to leave the town, if the King’s treasure and the cargo of the Manila Ship were delivered up to them; theatening to butcher man, woman, and child, and set fire to the town, if they refused. We were not frightened by their menaces, and told them they might do as they pleased, bat should abide by the consequences. A few shot were then passed , and they offered again to capitulate, which the humanity of our government could not refuse, as follows. To be allowed to go on with their arms, and that none of the squadron now before the town, should attack any of these Islands during the war.
“No action has ever been so disgraceful to the English, and it will be a stain to their nation, to the end of time. They themselves confess, that they came for nothing else but to pillage; and it is surprising, that an English Admiral, with all the Captains and chief officers of his squadron, should ever have disgraced their names by such and infamous expedition, worthy of none but the most abandoned pirates.
”The expedition consisted of upwards of 1500 men, under the command of Rear Ad. HORATIO NELSON, who had his right arm shot off before he reached the shore. Of these , 672 returned on borad in good health. Their lofs according to their own account, amounts to upwards of 800 men, among whom are 27 officers killed, besides a great many wounded – but I suspect it is more, as the cutter was sunk by one of our forts, as fire was bringing the field pieces with near 300 men, of whom not more than 50 were saved and three other boats were also sunk out of ten that were coming in the morning to reinforce those that were ashore. A refreshment of bread, wine and fruit was distributed to them all, before they returned to board.
“The loss on our side is nothing – 22 killed, including 4 French sailors who fought like devils, and 38 wounded, including 5 French.
QUERY.
Is it less honorary for one nation to make an expedition in search of plunder than other?
NELSON Vs BONAPARTE.
Santa Cruz Vs. Leghorn.»